A nadie le importa haber acumulado tanta ansiedad, tanto nerviosismo y tanto sufrimiento hasta el último minuto porque el azzurro venció a Flandria para gritar definitivamente campeón de la Primera B y pasar a jugar a partir de la próxima temporada en la segunda categoría.
Desde el comienzo se vio a los dirigidos por Oscar Blanco con cierta aceleración por querer definir las cosas lo antes posible y así festejar, contra restando esa tranquilidad y paciencia que caracterizó al equipo durante todo el certamen.
Eso fue aprovechado por el “Canario” para jugarle de igual a igual pese a sus limitaciones que lo tienen peleando su permanencia en la categoría. Mazzulli seguía de cerca de Britos y el local carecía se su sapiencia, por lo que sólo Saccone aportaba su experiencia para afrontar este cotejo como una verdadera final y a través de sus pies estuvieron generalmente las mejores jugadas de peligro.
Fue a los 9 minutos cuando avisó Italiano justamente tras un desborde del “Lobo” por izquierda y posterior centro pasado, pero Sebastián Gómez no pudo conectar de lleno y la pelota salió besando el poste izquierdo. Pese a que no jugaba bien, el local empezaba a tener más el balón y volvía a generar peligro a los 27 cuando Fernández sacó estupendamente un cabezazo de Rodas tras un corner de Britos desde la izquierda.
Para el complemento “Cachín” mandó a la cancha a Alexis Martínez con la intención de darle más volumen de juego del medio hacia delante por el sector izquierdo. Pero un balde de agua fría cayó sobre el estadio de Ciudad Evita tras la falta de Leiva sobre Zárate que derivó en el penal con el que Montenegro a los 12 ponía arriba a la visita.
La lógica reacción del azzurro no se hizo esperar, se fue metiendo en campo adversario empujado por su gente y solo tardó 6 minutos en llegar a la igualdad gracias a que Saccone puso la cabeza justa en el primer palo tras un tiro libre de Britos desde la derecha.
A partir de allí, la visita pareció conformarse con el punto y casi no atacó más, aunque contó con una oportunidad que sorprendió a todos los presentes. A los 40 Montenegro le ganó a Anconetani, pero el uno alcanzó a manotear el balón desde el piso y tras rebotar en el delantero terminó cruzando todo el arco hasta salir al lado del palo izquierdo. Igual la jugada sería anulada a instancias del segundo asistente.
El líder quería ganarlo y los minutos pasaban sin lograr su objetivo, pero en la agonía del partido Lino Arce se apoyó sobre Meza, cuando en el aire trataba de bajar de pecho la pelota, y el juez cobró penal, que Britos se encargó de transformarlo en el gol que le daba la victoria y el campeonato al ACIA, a falta de dos fechas para su culminación.