Un pobre espectáculo futbolístico fue lo que brindaron Sportivo Italiano y Estudiantes en el cierre de la fecha porque ninguno de los dos supo generar lo suficiente como para desnivelar en el arco de enfrente. Pese a eso, el local terminó perjudicado por un fallo del juez al ignorar un claro penal que podría haberle dado la victoria cuando ya se jugaban los minutos finales.
El azzurro necesitaba de los tres puntos para despegar definitivamente de los últimos lugares, mientras que los de Caseros precisaban ganar para no perderle pisada al líder Atlanta. La tabla marcaba una gran diferencia entre uno y otro, pero en el campo de juego no fue tan así e incluso quedó la sensación de que el local terminó siendo levemente superior a su rival.
La primera parte fue escasa en emociones porque Roldán no encontraba socios y los dos de adelante debían trabajar demasiado para hacerse del balón, mientras los del fondo pasaban una noche bastante tranquila ante la ausencia de ideas del conjunto conducido por Pasini.
Solo una muy buena proyección por derecha de Sabadía y la sesión de este para la entrada de Heredia amagó con quebrar el cero, pero el remate cruzado del volante terminó saliendo por el fondo cerca del palo más lejano.
Por el lado de la visita se puede mencionar un centro bajo de Pansardi que rechazó Flores y Molina terminó despejando la pelota delante de la línea de gol antes de que llegara alguien a empujarla.
El cotejo era parejo por donde se lo mire, pero tras el descanso fue Italiano quien empezó a adelantarse de a poco con el empuje de Ronconi desde atrás y metiéndose entre los volantes para transformarse por momentos en asistidor.
Un aislado remate de Cipriani que se fue alto no alcanzaba a despertar al “Pincha”, por lo que Italiano siguió animándose más. Sabadía cabeceó por arriba un centro desde la derecha y poco después apareció por el sector opuesto para sacar un derechazo que se estrelló en el poste izquierdo ante la mirada del uno.
Pero cuando las cosas mejoraban, Prieto vio la roja por irle fuerte abajo a Giménez, quien justamente en el primer tiempo había cometido una falta parecida sobre Sebastián Gómez y solo vio la amarilla.
Ingresó Natalicchio para equilibrar el medio azzurro donde había un hombre menos, y en Estudiantes entró Solchaga como para amenazar en ataque. La pelota pasaba de uno a otro bando, más en el aire que en el piso y el cero a cero parecía inamovible.
A solo cuatro del final, Ronconi habilitó perfectamente a Astudillo, quien al quedar mano a mano con el arquero intentó eludirlo hacia la izquierda y Ríos lo derribó con un manotazo abajo. Sin embargo, el árbitro no vio falta y le quitó al azzurro la posibilidad de contar con un penal, que en caso de haberlo convertido se quedaba con el triunfo tan ansiado.