Además de las expresiones verbales, dos banderas colocadas primero detrás de uno de los arcos y luego en la popular sirvieron también para manifestar el enojo de los hinchas por el difícil presente que atraviesa el club tanto a nivel futbolístico como institucional.
Pero la paciencia de los aproximadamente 600 presentes se acabó a los siete de la segunda parte cuando el azzurro caía por uno a cero y desde la tribuna comenzaron a caer jeringas y rollos de papel que provocaron la detención momentánea del encuentro.
Fueron cinco minutos de parate en el que los simpatizantes cantaron enérgicamente pidiendo una mayor actitud por parte de los jugadores para evitar jugar la Promoción con un equipo de la Primera C.
Tras la reanudación bajó un poco la “calentura” y se pasó al aliento, pero el empate final dejó a todos con la sensación de que ya es casi un milagro lograr superar a San Telmo en los promedios para asegurar la permanencia en la B.
