Después de
mucho tiempo, más precisamente desde la segunda fecha, Sportivo Italiano volvió
a sumar de a tres gracias al triunfo conseguido como local frente a Acassuso
con goles de Laso y Rojano, mientras que Romero había puesto el empate parcial.
El conjunto
que conduce técnicamente Salvador Pasini mejoró mucho con respecto a la goleada
sufrida en la fecha anterior ante Platense porque supo primero cómo evitar que
el rival haga su juego y después se animó a ir para adelante con decisión para
quebrar el arco de enfrente.
La visita
fue algo más punzante al comienzo, pero sus volantes comenzaron a ser absorbidos
por los azzurros y cuando se aproximó al arco de Drago, el uno apareció con
solvencia para frenar cualquier intento.
Pasaban los
minutos y el local poco a poco se iba animando más. A los 24 avisó Rojano y
Salvá la mandó al córner, pero a los 38 justamente tras un tiro de esquina ejecutado
por Elías Di Biasi fue interceptado por la cabeza de Rojano y Laso apareció por
atrás de todos para mandarla al fondo de la red.
Italiano
ganaba bien y entre sus puntos más alto se encontraba la muy buena labor de Castillo,
quien en su primera presentación como titular mostró mucha actitud para hacerse
dueño del lateral izquierdo y proyectarse con ganas hacia adelante para
acoplarse especialmente con Di Biasi.
La lesión de
Pumpido al final del primer tiempo dejó al “Quemero” sin una de sus cartas
fundamentales, pero con los cambios Otta logró darle un poco más de movilidad a
sus dirigidos en momentos en que Italiano trataba de controlar el ritmo de
juego, pero no lo liquidaba.
Esa mejoría
en la visita tuvo sus frutos a los 23, cuando Romero logró establecer una
igualdad que no venía mal, pero que tampoco lo conformaba teniendo en cuenta la
lucha por el ascenso en la que se ha encaminado.
Pasini
quería ganarlo y por eso mandó a la cancha a Burzac para que expusiera algo más
de claridad en la creación y a Merlo para que explotara un poco más el sector
ofensivo, que tanto ha costado exprimir en este último tiempo más allá de los
nombres y de los esquemas.
La idea del
técnico finalmente llegaría a buen puerto porque a solo un minuto de cumplirse el
tiempo reglamentario y cuando el empate parecía sellado, Burzac la cruzó desde
la derecha para la entrada de Rojano, que definió perfecto por encima del
arquero para hacer estallar a toda la parcialidad del “Azzurro”, que ya se
había olvidado de lo que era ganar.