Cada vez que se produce un cambio de entrenador se espera al menos una reacción de parte de los jugadores tanto en lo futbolístico como en lo anímico, pero Sportivo Italiano solo insinuó eso durante la primera etapa cuando no pasó sobresaltos ante Instituto. Después, en el segundo período y tras recibir el primer gol, comenzó a desmoronarse y la historia volvió a repetirse al terminar el encuentro con una nueva derrota.
Alexis Blanco ilusionó al azzurro con su aparición en el minuto 5 al sacar un remate desde la altura de la medialuna que Carranza tapó antes de que se metiera abajo junto al palo derecho. Sin embargo, la visita dedicó gran parte de su trabajo a evitar el juego de su rival y de no correr riesgos atrás, mientras que los delanteros quedaban bastante aislados del juego ante la ausencia de un enlace como Britos.
Entonces el partido era bastante gris. Instituto no podía quebrar la resistencia de Italiano y la gente empezaba a impacientarse un poco teniendo en cuenta que el que estaba enfrente era el último de la tabla. Salvo alguna aislada aparición de Zapata por derecha con sus centros al área llamaba la atención de los de Molina, pero lograban crear demasiado peligro.
Las imprecisiones se acrecentaban de un lado y de otro, los minutos corrían y la esperanza de ver algo más de fútbol se diluía. Para remarcar antes del descanso quedaron solo un gol anulado al azzurro por fuera de juego, un manotazo salvador de De la Fuente ante un intento de Lázaro y una fuerte falta de Silvestre sobre Schmidt, que podría haber merecido roja y no amarilla como sucedió.
Para el segundo tiempo los cordobeses cambiaron de movida con el ingreso del enlace Godoy, quien empezó a cumplir perfectamente con su función y el arco de enfrente ya no estaba tan seguro. Y el número 17 fue desgracia para la visita porque logró meter un disparo bajo cruzado al palo derecho del uno cuando se jugaban siete minutos.
Enseguida se perdió el segundo “La Gloria”, pero también Italiano estuvo cerca del empate en los pies de Vacaría y en la cabeza de Blanco, aunque los conducidos por Bonetto crecían cada vez más y De la Fuente empezaba a tener mayor participación en el partido para evitar una nueva caída de su valla.
La imagen parecía volver a repetirse porque las cosas venían saliendo bien hasta sufrir el primer golpe, que parece tumbarlo siempre sin ningún síntoma de recuperación básicamente desde lo anímico. Los ingresos de Verón y Salvatierra no fueron suficientes ante el bajón generalizado y el sorprendente nivel que están teniendo algunos jugadores, muy alejado de lo que llegaron a dar en la temporada pasada.
Ya sobre el final, la décima caída consecutiva se hizo inevitable. A los 40 Lobos le dejó un rechazo a Lázaro y este no perdonó con un zurdazo desde lejos que se metió en el ángulo superior izquierdo. Restando un minuto para el tiempo reglamentario, Godoy hizo de las suyas por la derecha, pase bajo hacia adentro y Zapata fusiló para sellar el 3 a 0 definitivo.
