Con un gol
de cabeza de Goux, Defensores de Belgrano venció a un flojo Sportivo Italiano
en la agonía del partido y de esta manera el conjunto rojinegro se ubicó a tan solo dos unidades del líder
Brown, mientras que el “Azzurro” sigue sin despegarse del último lugar en la
tabla de los promedios.
Dentro de un
partido opaco, donde abundaron las imprecisiones de ambos lados y en el cual hubo
escaso protagonismo en las áreas, los de “Fito” Della Picca tuvieron las
mayores intenciones y pudieron sacar provecho de una pelota parada para quedarse
con la victoria.
El planteo del
elenco de Ciudad Evita fue claramente cortarle los caminos al local, tratando
de asfixiar la mitad de la cancha e impidiéndole las subidas por los costados y por momentos dio la sensación de que estaba
logrando su cometido.
Sin embargo,
el ACIA fallaba en otra faceta quizá más importante: la de la creación de su
propio juego, algo que estuvo ausente durante casi los noventa minutos y más
después de la tempranera salida de Alderete por haberse resentido de la lesión
de la cual volvía.
Por su
parte, al “Dragón” se lo vio como incómodo desde el comienzo porque, más allá
de alguna aparición aislada sobre el área contraria, la conexión entre los
volantes y los delanteros no era la ideal y le costaba explotar los metros
finales.
A los cinco,
Chiquilito se encontró con la seguridad del uno visitante cuando sacó un
fortísimo remate desde la derecha y recién después de la media hora tendría una
nueva chance a través de Buono, que cabeceó desviado desde una inmejorable
posición.
Esas fueron las
dos jugadas más claras que tuvo el local en el primer tiempo, mientras que Anconetani
solo debió intervenir en un centro rasante de Rojano desde la izquierda y un
envío aéreo cerrado de Di Biasi desde el mismo sector.
Defe pudo
abrir la cuenta en el arranque del complemento, pero después estuvo algo pasivo
y expectante durante más de veinte minutos hasta que Enrique, de lo mejor del
equipo, reventó el travesaño.
Ese remate
del volante pareció motivar a sus compañeros en el cuarto de hora final para ir
al frente con más empuje que juego ante un “azzurro” que había mantenido cierto
equilibrio en la zona de volantes, pero que de a poco desnudó fallas en todo
sentido, tanto en lo individual como en lo colectivo.
La
resistencia de los de Pasini comenzó a derribarse sobre el desenlace del
encuentro, ya que cometió muchas faltas cerca de su propia área y una de esas
pelotas paradas terminó en el fondo de su arco tras un cabezazo de Goux ante una
floja respuesta de la marca y de Drago, quien hasta ese momento había actuado
correctamente.