Sportivo
Italiano venció a Argentino de Merlo ajustadamente en el marcador, pero con una
clara diferencia en lo que respecta al juego y quedó a cinco unidades del
puntero Deportivo Laferrere, que aún debe jugar su partido de esta fecha y
también visitar el estadio de Ciudad Evita.
El conjunto
que conduce técnicamente Guillermo de Lucca mostró bastante juego asociado, fue
inteligente cuando tuvo la pelota, solidario en la recuperación y, si bien ganó
por uno de diferencia, tuvo momentos de alto nivel como para convertir algún
gol más.
La
alineación “azzurra” que podría llamársela ideal va tomando rodaje y eso se vio
plasmado en la solidez defensiva, el orden táctico, la búsqueda permanente de
sociedades y el desequilibrio de sus delanteros.
Tuvo llegadas
por afuera a través de los defensores y los volantes, además de una buena labor
de Flegenal, que cuando entró en contacto con el balón hizo crecer al equipo y
los de adelante si no la metían colaboraban en la recuperación.
Por su
parte, Argentino propuso en el arranque jugar golpe por golpe porque después de
cada intento local respondía con una aproximación propia, pero no con la
precisión necesaria como para vencer la seguridad de Ruhl.
La línea de
tres en el fondo era un arma de doble filo para los de Fabregat, ya que al
momento de cerrarse hacia adentro le entraban por afuera con bastante espacios,
como sucedió en tantos centros que cayeron en su área
Un largo
pase de Archubi por izquierda terminó en los pies de Miranda Moreira, quien
puso la mira en el arco y no falló para festejar el primer grito de la tarde e
ir a abrazarse con uno de los colaboradores del cuerpo técnico azzurro que, por
una lesión muscular, lo había masajeado durante casi una hora para que pudiese
jugar este partido.
Meza tuvo
algunas chances con las que Italiano podría haberse ido dos goles arriba al
descanso, pero al regreso apareció Flegenal para poner tranquilidad y aumentar
la diferencia tras un centro desde la izquierda de Malandra, a quien él mismo
había asistido.
Fue en ese
momento cuando se presumía una posible goleada, pero el cansancio y la falta de
definición en jugadas muy claras de contragolpe lo hicieron sufrir hasta el
final, no por lo futbolístico, pero si por el descuento cuando aún faltaba un
tiempo prudencial.
Se vinieron
los cambios en la “Academia” y el aire fresco de los mismos le permitió ganar
un poco más la pelota para jugar en campo adversario, aún con el riesgo de
sufrir alguna contra. Aguirre sacó un remate bajo que el uno local no pudo
despejar y le dio una cuota de esperanza al conjunto de Merlo norte, que fue
por el empate con más empuje que lucidez.
El resultado
quedó abierto hasta el último pitazo porque así como la visita buscó y arañó el
segundo, también pudo haber perdido por mayor amplitud en el marcador si
Italiano estaba más preciso en la zona de definición.