En su visita a Flandria, Sportivo Italiano no
pudo repetir la muy buena actuación que había tenido en la fecha anterior y
cayó por la mínima diferencia, con lo cual desperdició una vez más la chance de
abandonar el último lugar de la tabla de los promedios, algo que hubiera
conseguido si se alzaba con los tres puntos.
Salvo en
discontinuos lapsos, el conjunto azzurro no tuvo la seguridad necesaria en el
fondo, tampoco pudo tener la pelota el tiempo suficiente como para generar
juego asociado y los delanteros quedaron bastante aislados, dependiendo casi en
exclusiva de algún pelotazo a dividir.
En los
primeros minutos la visita insinuó algo, pero muy poco como para poner en
aprietos a un “Canario” que se fue animando y poco a poco empezó a acercarse
con algunas apariciones de Frattini y de
Gonzalo Pérez.
Primero fue
Montenegro quien se lo perdió, después un manotazo de De La Fuente y el
travesaño salvaron el arco de Italiano, pero a los veintiuno y tras una serie
de rebotes apareció Rose para abrir la cuenta con un derechazo que colocó casi
en el ángulo superior izquierdo.
Ese gol le
dio algo de tranquilidad al local y se sintió más cómodo ante un rival que casi
no cruzaba la mitad de la cancha, a tal punto que la única chance de convertir se
le presentó a cuatro del descanso en una carambola en la que Navarrete lanzó un
centro desde la izquierda, el despeje de Randazzo rebotó en Chmil y la pelota
encontró bien ubicado a Griffo cuando iba camino al arco.
Antes del
descanso hubo una más para el dueño de casa, pero González definió mal una
asistencia de Pérez tras jugada de Rose por izquierda y de esa manera la
diferencia en el marcador parecía ser menor de lo que se había visto en el
campo.
Para la
segunda parte, Italiano trató de adelantarse a partir de una leve mayor
posesión de la pelota, pero seguía siendo pobre en cuanto a ideas y encima cada
vez que era atacado desnudaba algunos desacoples tanto en la zona de volantes
como en la defensa.
Prueba de
eso fue el gol anulado a Montenegro cuando se jugaban diez minutos y por fuera
de juego tras un rechazo corto del arquero ante la pasividad de sus compañeros.
El propio De La Fuente le tapó el segundo a Rose y después salvó con el pie
ante Frattini, quien seguía siendo uno de los jugadores más desequilibrantes de
su equipo.
Entre todas
esas jugadas favorables a Flandria, Coria se las rebuscó para aparecer entre
los centrales y casi desde la media luna sacó un remate que salió cerca del
palo derecho. Pero tuvo que pasar más de media hora, más precisamente en tiempo
adicionado, para que el “Azzurro” asomara nuevamente sobre el área de enfrente
a través de Olivera, quien se encontró de frente al arco casi sobre el palo
izquierdo y, como tardó una segundo más para definir, Griffo evitó el empate.