Sportivo Italiano
venía lamentando su falta de gol, pero ante Estudiantes convirtió cuatro,
aunque pudieron haber sido más, y de esta manera sumó por primera vez de
visitante en base a un juego con mucha movilidad, punzante y contundente en los
metros decisivos para anotar en momentos claves.
Fioravanti
abrió el partido con un zapatazo que se coló en al ángulo superior izquierdo de
Martínez y, pese a la pronta igualdad, el “Azzurro” fue un equipo con
permanente dinámica a partir de los pies de Alderete. Tuvo un buen trabajo por
costados con el apoyo de los del fondo, fue correcta recuperación en el medio y
mostró agresividad para buscar del área de enfrente.
Salvo el gol
del empate parcial convertido por Torres para concluir una jugada que nació por
izquierda, el conjunto de Caseros estuvo ausente en casi toda la primera etapa.
Encima, un choque con su compañero Gustavo Benítez, sacó de la cancha al
capitán Nicolás Alvarez poco después de la media hora de juego.
Si bien
Rojano convirtió el segundo recién en el final del primer tiempo, la visita había
tenido antes otras cinco oportunidades clarísimas como para gritar,
especialmente a través de un Di Biasi muy participativo y que partido tras
partido parece ir recuperando el gran nivel que mostró en el último ascenso.
Luego del
descanso Italiano siguió jugando con la misma intensidad, pero tuvo un cuarto
de hora de relajación en el que estuvo al borde de sufrir en su arco lo que no
había convertido en el de enfrente.
La llegada
de los cambios pareció darle un poco más de aire al local, ya que entre los
quince y los treinta minutos puso en aprietos a su rival con claras chances de
llegar a la igualdad. Sin embargo, ni Battallini ni Nahuel Benítez pudieron
romper la sequía goleadora y la presión ejercida sobre el arco rival lo
exponían a quedar mal parado en algún contragolpe. El sector izquierdo “pincha”
estuvo bastante endeble y por allí llegaron justamente los dos goles que
cerraron su tarde negra.
En el conjunto
de Pasini, Molina y Sequeira entraron tan bien para espantar los fantasmas, que
el “Payaso” conectó de cabeza el centro perfecto de su compañero y, ya en el
final, se repitió la fórmula del envío aéreo del ex volante de Colegiales desde
la derecha para que esta vez Di Biasi sacase una volea de derecha rumbo a la
red.