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domingo, 26 de septiembre de 2010

Fecha 11: ITALIANO 0 – TEMPERLEY 1. Presente más gris que celeste

La nueva derrota de Sportivo Italiano acrecentó las dudas sobre la conveniencia o no de mantener en el cargo a su entrenador; Horacio Bongiovanni, quien una vez terminado el partido ante Temperley debió soportar todo tipo de reproches e insultos de los hinchas que se habían acercado hasta Ciudad Evita.
El azzurro sigue desconocido como equipo, sus individualidades no aparecen y ya ni siquiera puede sumar de local, condición en la que encontraba invicto hasta este compromiso.
Hubo un arranque esperanzador y tuvo la posibilidad de ponerse en ventaja cuando a los cinco Leclercq se iba solo y fue derribado por el arquero antes de que ingresara el área. La falta fue ejecutada por Prieto y la potencia del disparo hizo que el uno dejara un rebote en los pies de Herrera, pero el remate del delantero terminó saliendo por arriba luego de dar en el travesaño.
Tras el ingreso de Leiva por la tempranera lesión de Molina, el fondo de Italiano cometió una serie de errores infantiles que comenzaron a ser aprovechadas por la juvenil formación celeste, con Hure tomando las riendas del medio, mientras López ideaba todas las jugadas ofensivas y dejaba a sus compañeros varias veces mano a mano frente a Flores.
Justamente un remate del diez visitante encontró bien parado al uno y en otro intento cruzó un zurdazo cerca del palo izquierdo. También lo tuvo Nahuel Martínez tras un corner y por cantidad de aproximaciones, ya habían hecho méritos para irse al descanso arriba en el marcador.
El técnico azzurro tomó nota del flojo primer tiempo y buscando más peso en ofensiva mandó a la cancha primero a Leandro Martínez por Herrera y luego a Saccone por Rodas, ubicando a Ronconi como volante central y pasando a Sebastián Gómez a la derecha.
Las corridas y enganches del “Lobo” por la derecha empezaron a complicar a Sosa, que había tenido una tarde tranquila y fue justamente por ese camino que empezaron a producirse las mejores chances del azzurro.
Sin embargo, ni Leandro Martínez, ni Leclercq, ni Sebastián Gómez supieron aprovechar esas pelotas que quedaron frente al arco y Temperley decidió explotar la contra al mando de su enganche para llegar con bastante peligro hasta el uno uruguayo, que nuevamente se transformaba en lo más destacado de su equipo.
Todo parecía ira camino a la igualdad sin goles hasta que se jugaba ya el segundo minuto adicionado y López la cedió a la derecha para la solitaria aparición de Guiñazu, quien mandó la pelota al fondo del arco y selló la definitiva victoria celeste, haciendo estallar el descontento de la parcialidad local hacia sus jugadores, técnico y dirigentes.