Sportivo Italiano no pudo festejar como en la jornada pasada, ya que cayó por la mínima diferencia frente a Ituzaingó, que ahora quedó como único líder del Torneo Clausura de la Primera C gracias a la derrota de Berazategui, con quien compartía el primer lugar antes de comenzar la fecha.
El conjunto “Azzurro” arrancó bastante bien, con el envión anímico que le dio el triunfo ante Argentino de Merlo e insinuó bastante, aunque después entró en la paridad general que se generó en la mitad de la cancha, con algo de imprecisiones y algunas pelotas regaladas.
Igualmente, los de Della Picca dispusieron de las dos únicas aproximaciones que hubo en la primera etapa, primero con una media vuelta de Cristian Milla que encontró bien parado al uno y más tarde un remate de Pablo Mazza en jugada de tiro libre terminó en córner por el manotazo salvador de Tomás Figueroa.
Por su parte, el “León” tardó casi un cuarto de hora en meterse en el partido y empezar a mostrar los fundamentos que lo llevaron a lo más alto de la tabla. En la división de juego de la zona de los volantes se destacó Jonathan Maza al retrasarse, tomar en contacto con el balón y a partir de allí tratar de darle explosión al ataque, aunque en los primeros cuarenta y cinco no logró poner en aprietos a Bruno Centeno.
Con los ingresos de Alexis Cabrera y Rodrigo Peralta para el segundo tiempo, Italiano intentó recuperar ese leve dominio que había tenido, pero no fueron tan efectivos como se esperaba y tampoco mejoró el nivel con las variantes posteriores.
La levantada que mostró Ituzaingó antes del descanso se fue extendiendo en el complemento y en un par de ocasiones aprovechó ciertos huecos por la derecha del local cuando Gutiérrez metió desde atrás del círculo central una habilitación larga para Benítez y este definió perfecto ante la salida desesperada del uno local.
Algunos desacoples defensivos terminaron costándole caro al ACIA y después no pudo recuperarse al no encontrar los caminos hacia el arco de enfrente más que por algún centro generalmente a dividir, mientras su rival cerraba el partido acoplando firmemente todas sus líneas.