Desde el 2 a 1 sobre General Lamadrid a principios de diciembre último, el azzurro no lograba darle una alegría a su gente en Ciudad Evita. Por eso los jugadores se retiraron de la cancha envueltos en aplausos como hace tiempo no sucedía y dejando atrás los permanentes reproches por la difícil situación que atraviesa el equipo en cuanto a la permanencia en la categoría.
Desde el pitazo inicial fue interesante el partido porque ambos contaron con chances claras para abrir el marcador. A los ocho Anconetani tapó un remate de Cigno, en el rebote cabeceó débil Giusti y Lamacchia terminó despejando delante de la línea de gol.
Pero la más clara la tendría Britos a los quince cuando, tras la asistencia de Verón desde la izquierda, remató afuera del palo izquierdo con el arco a total disposición.
Mientras los de Pascutti intentaban a través de la sociedad Britos-Verón, la visita dependía exclusivamente de lo que pudiese generar Figueroa, muchas veces sin compañía para abastecer al solitario Giusti.
Si bien no hacía demasiado calor como para que parasen a refrescarse, el agua pareció una bendición para Italiano porque a los 33 la “Brujita” aprovechó una pifia de Vicente para meterse en el área y mandar la pelota al fondo de la red. Esa conquista le dio tranquilidad al equipo para tener el control del juego hasta la finalización del la primera etapa.
Trípodi se la jugó con los mismos once tras la reanudación, pero a los cinco se fue expulsado Iglesias y como pasaban los minutos sin observarse una mejoría, empezó a buscar variantes del medio hacia delante, que tampoco le darían resultado.
El azzurro esperaba unos metros más atrás para explotar la contra y fue allí cuando empezó a contar con varias oportunidades de liquidar el partido, especialmente por los desbordes producidos por Verón ante una imprecisa y dubitativa defensa rival.
Justamente tras un error en el fondo de los de Villa Raffo apareció Astudillo para robar el balón y quedar mano a mano con Centeno, que no tuvo otra alternativa que cometerle penal cuando se cumplía media hora. El propio delantero se encargó de la ejecución, pero el uno evitó arrojándose sobre su poste derecho.
Otra vez Italiano le perdonaba la vida a su adversario, que intentó reanimarse pero como siguió careciendo de ideas se le hizo difícil llegar a la igualdad. De esta manera el Acia terminó quedándose con el triunfo que lo saca nuevamente de la Promoción por no descender al menos hasta la próxima fecha, mientras que Almagro ve cada vez más lejos la posibilidad de ingresar al reducido.
