El entrenador de Sportivo Italiano, Mario Rizzi, no pudo estar al frente de su equipo en Villa Devoto debido a un fuerte estado gripal, por lo que su habitual ayudante Pablo Hourcade fue quien ocupó su lugar.
Tan metido estuvo el ex arquero azzurro en el papel de técnico que no paró de dar indicaciones en todo el partido, a tal punto que en más de una oportunidad el primer asistente debió llamarle la atención por meterse en el campo de juego.