Los nueve puntos que lo separan del puntero parecen difícil de descontar, pero Sportivo Italiano no quiere darse por vencido hasta el final y así lo hizo saber a todos en el claro triunfo conseguido ante Cambaceres por 3 a 1, que le permitió volver a sumar de a tres luego de la caída imprevista como local ante Central Córdoba y el empate con Los Andes, que lo habían alejado aún más de All Boys.
Totalmente dispuesto a ganar, el conjunto de Oscar Blanco salió a jugar bien adelante. El “Nono” Molina volvía para reordenar el fondo, Seba Gómez y Ezequiel Molina parecían más volantes que laterales, Rodas se plantó en el círculo central para hacerse absoluto patrón y Velázquez pudiera soltarse, López no tuvo tanta responsabilidad en l marca y parecía un delantero más y el tridente ofensivo desequilibrando por todos los sectores.
La tabla de posiciones esta vez no mentía en cuanto a las diferencias entre un equipo que pele por ascender y otro que no sabe como evitar descender. Los gritos desesperados de Borgarelli para sus dirigidos eran en vano porque descuidaban las marcas, dejaban por momentos muchos espacios y cuando se apoderaba del balón no tenía ideas para administrarlo.
Entonces el azzurro iba con mucha gente al ataque, como queriendo arrollar a su rival, y no extrañó que en la apertura del marcador llegaran cuatro jugadores a ubicarse frente al arco. Abalsamo entrando por izquierda tira un pase rasante al medio del área, no llega Britos, Saccone tampoco puede, pero López que venía por el fondo no falló y a los 23 ponía el 1 a 0.
Cuatro minutos más tarde, Abalsamo l recibe lejos del área, hizo un sombrero ante la embestida de Seevald, la acomodó con el pecho y antes de que la pelota caiga sacó un fortísimo derechazo que se coló al la izquierda del Aranas para estirar merecidamente la diferencia a favor del local y sumar u conquista personal número veinte.
Tranquilidad para Italiano y todo lo contrario para el equipo de Ensenada porque las marcas seguían fallando especialmente en el fondo, los encargados de la creación estaban perdidos y adelante poco y nada. Sin embargo, apenas reiniciado el encuentro sorprendió Rubeis, que había reemplazado a Leiva, con un zapatazo desde lejos que se metió en el fondo del arco de Anconetani.
Pero el azzurro no se asustó, siguió haciendo su juego y volvió a tranquilizar la gente cuando a los 20 apareció otra vez López por atrás de todos, aunque esta vez por izquierda, para poner las cosas 3 a 1 y cerrar su mejor tarde desde su llegada al club, que fue retribuida con muchos aplausos.
Hubo muchas más chances para ampliar las diferencias porque el mismo López, Velázquez, Seba Gómez y tantos otros llegaban a pisar el área de enfrente la par o aún más de lo propio delanteros, pero claro que a la hora de definir no lo hicieron como verdaderos goleadores.