Justamente en una semana donde los arbitrajes estuvieron en el ojo de la tormenta, un dudoso fallo del juez a poco del final del encuentro dio inicio a la jugada que desencadenó la derrota de Sportivo Italiano por la mínima diferencia en su visita ante Flandria, cuando todo hacía prever que terminarían empatando en cero.
El dueño de casa necesitaba urgentemente sumar de a tres para no ver peligrar su permanencia en la categoría y por eso salió al campo tratando de hacerse protagonista, especialmente con las subidas de Sandoval y González por los costados. Sin embargo tuvo pocas ideas para quebrar el arco azzurro más allá de un intento de Toledo que contuvo Anconetani a los 16.
Mientras tanto, los de Piersimone se mostraban bien parados atrás y también pretendían llegar hasta el arco de enfrente explotando los espacios por afuera con Verón por derecha y Roldán por izquierda, aunque luego intercambiarían sus posiciones.
Si bien el cotejo se desarrolló con ritmo, casi no había emociones en las zonas de definición donde de una lado Gagliardo no tuvo trabajo y del otro Anconetani, aunque intervino más en el juego, tampoco debió esforzarse demasiado para mantener su valla en cero.
Tras el descanso, la urgencia por ganar creaba nerviosismo en la parcialidad local y esta se lo volcaba al equipo, que pasó a jugar con más garra que fútbol para volcarse al campo rival. Recién a los 25 tendría su chance a través del ingresado Barbieri, quien desperdiciaría un claro mano a mano frente al uno y como pasaban los minutos y se le complicaba llegar al gol, el “Canario” insistió por arriba, volcando a sus hombres más altos.
Por su parte, Italiano siguió bien agrupado y cuando vio algún hueco se animó, como lo hizo Verón en dos oportunidades muy claras que terminarían siendo despejadas Martínez casi en la raya. Incluso lo tuvo Natalicchio, que volvió a entrar muy bien en el partido y con solo tres minutos en la cancha estrelló un disparo en el palo izquierdo.
Hasta que a los 41 llegaría la jugada polémica de la tarde cuando Barbieri recibió un lateral, Meozzi le quitó la pelota arrojándose al piso sin tocarlo, pero el árbitro interpretó que había cometido falta. Tras la ejecución del tiro libre hubo un despeje de Anconetani, unos rebotes y Walter Díaz terminó empujándola hacia la red.
El resultado final fue muy festejado por el local, que cortó una racha de siete encuentros sin victorias y además le permitió alcanzar en los promedios a San Telmo y a Deportivo Armenio. Mientras tanto, el azzurro seguirá lamentando ese falló erróneo que le terminó costando una derrota que no estaba en los planes.
