Un pobre
partido jugaron Sportivo Italiano y Berazategui, reflejando claramente el
presente irregular que están teniendo en el torneo de Primera C, lejos de la
lucha por los primeros lugares. La ausencia de gol es común denominador en
ambos y el empate en cero les calzó perfecto.
De entrada
se vio claramente que la visita llegaba con toda la intención de bloquear a su
rival en el medio campo, ubicando muchos hombres en ese sector y dejando a
Gutiérrez adelante como único punta bien definido.
Por su
parte, el Azzurro estuvo desconocido desde el primer minuto a diferencia de
partidos anteriores cuando había intentado ser protagonista. Burzac no fue el
cerebro que tanto necesita el equipo, mientras que Di Biasi y Kissner no se
conectaron como suelen hacerlo, por lo que era casi inexistente el juego cerca
del arco de enfrente.
A los diez,
Di Biasi tuvo una chance muy clara, pero no le dio bien en su intención por
colocarla por arriba y la pelota terminó en las manos del arquero, mientras que
Cinco minutos después, Iribarne se fue por derecha, enganchó para adentro y
sacó un zurdazo que salió cerca del palo izquierdo.
Esas fueron
las únicas emociones hasta el cierre del primer tiempo cuando un centro rasante
desde la derecha fue en dirección al área y Kissner, en lugar de definir de
frente al arco, abrió las piernas y el balón terminó en los pies de un jugador visitante.
La segunda
parte fue más de lo mismo pese a las variantes que fueron realizando uno y otro
técnico, porque el conjunto naranja siguió haciendo su negocio en la poblada
mitad de cancha y con algo más de dinamismo con el ingreso de Ramos ante un
Italiano que no tenía ideas ni individuales ni colectivas para desequilibrar.
Heredia no
fue más que el resto, Picciolo no se conectó, Rivas caía reiteradamente fuera
de juego y los de Rizzi seguían dependiendo de la permanente entrega de
Martínez, apuntalado por la seguridad y el empuje de Laso desde el fondo.
Hubo un
lapso después de la media hora en la que el Azzurro insinuó un poco más y llegó
con algunos centros a las cercanías de Ruggiero, pero como siempre faltó quien
la empujara a la red.
La lesión de
Martínez con los cambios agotados dejó al local jugando con uno menos los
últimos siete minutos en los que no pasó nada más interesante como para romper
un cero a cero que le cayó perfecto al partido.