Solo
cuarenta segundos habían transcurrido cuando Di Biassi elevó un centro desde la
izquierda y Kissner metió un cabezazo junto al palo derecho de Cabral para
romper el cero. Pero eso no alcanzó para abrir el partido porque ni uno
aprovecho la tranquilidad de la ventaja, ni el otro despertó por el tempranero
golpe.
Corrieron
los minutos, pasó el cuarto de hora y la pelota seguía pasando de un bando a
otro lejos de las áreas. Así el trámite se veía entonces más accesible para un
azzurro que, aunque algo retrasado, estaba mejor parado ante un rival que no
encontraba las ideas para quebrarlo.
Cuando
restaba muy poco para el descanso, Semería vio la roja por un golpe sobre
Kissner, dejando al local con diez y a los de Ciudad Evita con una mejor
perspectiva de cara a la segunda etapa.
Sin embargo,
Italiano volvió a bajar su rendimiento como lo hizo en cada uno de los partidos
porque Martínez no hacía el ida y vuelta habitual por la derecha, Gonzalez no
aparecía y los de adelante se las tenían que arreglar solos para tener alguna
intervención cerca del arco de enfrente.
Por su
parte, el local crecía con el ingreso de Aguirre, las proyecciones de Amarilla
y la siempre amenazante presencia de Franco Romero. Solo un poquito más de insistencia
que la visita le bastó para llegar a la igualdad a los 19 a través de Arrua,
quien la cruzó ante la salida de Milton Alvarez cuando la defensa estaba mal
parada tras un tiro libre de Lobos desde casi mitad de la cancha.
De allí
hasta el final, el azzurro jamás sacó provecho de jugar once contra diez y
además sumó confusión a su juego, algo que no ha podido corregir a lo largo de
las seis fechas que se llevan disputadas y que lo alejan cada vez más de los
primeros lugares de la tabla.