Todo fue del
Azzurro desde el pitazo inicial hasta el descanso, con mucha proyección por
derecha y una permanente participación en toda la zona de ataque ante una
defensa que hacía agua por todos lados.
A los diez,
Ciavarelli recuperó un balón, la cedió para Kissner y su centro pasado desde la
derecha fue cabeceado con comodidad por Di Biassi, pero el palo evitó la
apertura del marcador.
Tan solo dos
minutos más tarde fue Rivas quien tuvo la chance de anotar cuando encaró muy
solo hacia el área para quedar mano a mano con el arquero, quien evitó el gol
desviándola al corner.
También
Kissner quedó delante del uno, pero en lugar de definir tocó atrás, No pudo
Rivas, tampoco González y tras algunos rebotes la jugada de riesgo se terminó
diluyendo. Tampoco Di Biasi, pasada la media hora, pudo empujar un remate
cruzado de Rivas desde la derecha.
Por si fuera
poco, a los 35 un cabezazo de Kissner se topó con el poste izquierdo evitando el
primero de un Italiano que ya había hecho demasiados merecimientos.
Del otro
lado, el “Charrúa fallaba mucho atrás, el medio no paraba a nadie, no
encontraba un conductor y sus delanteros casi no entraban en juego, por lo que
Drago y sus compañeros del fondo tendrían una tarde bastante tranquila al cabo
de la primera parte.
El
complemento arrancó con un balde de agua fría para la visita porque Silvani
apareció solo y la empujó a la red para el festejo inesperado del conjunto
rosarino, que encontró un envión anímico en ese gol y se animó un poco más.
Pero la
alegría no duró mucho porque Laso conectó de cabeza un centro de Ciavarelli
para poner las cosas nuevamente iguales en un partido que pasó a ser mucho más parejo
porque los de Ciudad Evita resignaron algo de terreno y protagonismo.
Los cambios
realizados por Rizzi no hicieron efecto, el ritmo fue cayendo y recién en
tiempo adicionado la visita volvió a contar con la posibilidad de quedarse con
los tres puntos cuando Kissner desaprovechó un contragolpe.
En
definitiva, Italiano se trajo solo un punto porque careció de la eficacia
necesaria para concretar algunas de las tantas jugadas clarísimas que generó al
comienzo y también por el bajón que atravesó una vez más en el segundo tiempo,
donde casi no tuvo reacción para dar vuelta la historia.