Los grandes
errores que tuvo del medio hacia atrás y el nerviosismo por la presencia de un
árbitro con el cual se sintió perjudicado en una ocasión anterior le jugaron
una mala pasada a Sportivo Italiano y cortó una serie invicta de nueve
presentaciones tras caer por 2 a 0 ante San Telmo.
Fue una
tarde para el olvido para el conjunto de Mario Rizzi por las desinteligencias individuales
a la hora de defender y por la ausencia de un funcionamiento colectivo que le
sirviera para revertir la tempranera desventaja.
Un hábil y
desequilibrante Lezcano complicó a los defensores visitantes y Zuleta abrió la
cuenta a los diez gracias a un rebote afortunado tras un intento de rechazo de
Drago. Después, el equipo de la isla Maciel fue ordenado, sólido atrás y
punzante adelante cuando se lo propuso.
Martínez era
el motor del azzurro cuando a los 25 minutos vio la roja por excederse en las
protestas y a partir de ese momento sus compañeros jamás encontraron las ideas
para dar vuelta el resultado.
Sin una
actuación sobresaliente, pero con la ventaja tanto en el marcador como en el
número de jugadores, el “Candombero” manejó el trámite casi sin sobresaltos
hasta la finalización de la primera parte.
Tras el descanso,
Rizzi hizo debutar a Bordon en lugar de Guibelalde para armar una línea de tres
en el fondo junto a Palavecino y Laso, mientras que Ciavarelli se adelantaba a
volantear por derecha y Heredia jugaba más suelto.
De esa
manera Italiano logró insinuar algo en el primer cuarto por el empuje natural
que provoca estar abajo en el marcador, pero nada más que eso. Encima a los 18 Laso
coronó su flojo partido con una patada inexplicable dentro del área que le
ocasionó la expulsión y un penal para el local.
Lezcano se
encargó de transformar en el segundo gol la falta que él mismo generó y de allí
en adelante San Telmo hizo circular la pelota al ritmo del “ole” de los hinchas
e incluso pudo haber ampliado aún más la diferencia si no fuese por algunas
oportunas intervenciones de Drago.
Además de la
buena imagen que dejó el arquero pese a recibir dos goles, de la pobre
actuación general del conjunto de Ciudad Evita, solo puede rescatarse el
sacrificio de Rosas y la entrega permanente de Heredia.