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martes, 18 de marzo de 2014

Fecha 27: ITALIANO 0 – C.CORDOBA 1. Visita no grata

Otra vez Central Córdoba fue verdugo en Ciudad Evita porque, como aquella vez cuando se impuso en la promoción y lo mandó a la C, esta noche se quedó con la victoria frente a un Sportivo Italiano que dejó un invicto como local de 15 presentaciones, pero que aún continúa como único líder.
El juvenil conjunto rosarino mostró su atrevimiento en el comienzo tratando de jugarle de igual a igual comandados por Fernández, quien lograba desequilibrar en cada intervención individual y también en lo colectivo dándole juego a sus compañeros
Mientras tanto y ante la ausencia del lesionado Burzac, el “Azzurro“ tenía a Heredia tratando de hacerse cargo de todas las pelotas en la zona del medio campo y tratando de asociarse a Archubi y a Di Biasi para asistir a un dinámico y sacrificado Rojano.
Sin embargo, las intenciones del ACIA se ahogaban en el momento de la definición, ya que Poropat se encargaba de sacar con las manos, con los pies o con cualquier parte de su cuerpo toda pelota que se le aproximaba con la intención de llegar hasta el fondo de la red.
De esta manera, el encuentro estaba abierto para cualquiera de los dos, pero fue el “Charrúa” quien pegó primero antes del descanso cuando Drago sacó mal (algunos reclamaron falta de Gastón Silvani) y Fernández le pegó como venía de volea para metérsela por arriba y decretar el uno a cero.
Rizzi mandó a la cancha a Ravest y a Kissner, a quien Lechner le cometió penal antes del minuto y era la gran oportunidad para que el local comenzase a revertir la historia, pero Palavecino le pegó muy alto para el lamento de todos los presentes.
Con Laso como abanderado, Italiano fue insistente aunque desordenado en busca de la tan ansiada igualdad hasta arrinconar al conjunto rosarino contra su área, donde caían decenas de centros a dividir.
Como era complicado por arriba, el “Azzurro” también intentó con algunos tiros de media distancia, que tampoco hicieron efecto ante la imbatible seguridad de Poropat y la aguerrida marca de la última línea.
A todo esto, la visita contaba con inmensos espacios para la contra, que no supo aprovechar porque De Armas no entró preciso, sino hasta podría haber asegurado antes una victoria impensada.
Ni los ocho minutos adicionados por el juez bastaron para que Italiano alcanzara al menos el merecido empate que le hubiera permitido mantener el invicto en su casa y sostener los tres puntos de ventaja que antes de comenzar la fecha lo separaban de su escolta en lo más alto de la tabla.