Sportivo Italiano
mantuvo la base del campeón de la C, pero no logra encaminarse en su regreso a
la B, como sintiendo el cambio de categoría. Eso volvió a notarse ante un UAI Urquiza
que fue muy equilibrado, que tuvo las ideas más claras y jugó su mejor partido
en lo que va del campeonato.
Pasan las
fechas y el análisis parece repetirse al final de cada jornada porque el
técnico azzurro no le encuentra la vuelta al funcionamiento colectivo y tampoco
logran salvarlo las individualidades, que en muchos casos (Burzac y Archubi son
por ejemplo los más notorios) están lejísimo de su nivel y pese a ello siguen
formando parte del primer equipo.
La visita
arrancó algo expectante, pero con el correr de los minutos se fue animando a
medida que se desnudaban ciertas fragilidades de un Italiano en el que solo el
tándem Ciavarelli-Heredia por derecha logró generar en esta oportunidad algún
acercamiento al área contraria, aunque muchos de los centros no tenían como
destino un jugador propio.
Por su
parte, el conjunto de Villa Lynch se mostraba equilibrado en todas las líneas,
partiendo de la firmeza del fondo con Rodríguez como estandarte, del correcto
desempeño en el medio tanto para quitar como para generar (Ferreyra se destacó
en esa zona) y fue amenazante en ataque con el sacrificio permanente de
Bauchet.
Ante eso,
los de Rizzi tampoco volvieron a brindar seguridad defensiva, a tal punto que
descuidaron la marca del recién ingresado Vidal y de Bauchet en la jugada del
gol, mientras que en el aspecto ofensivo Heredia había podido abrir la cuenta
con un remate mordido y después casi se llega al empate por una carambola entre
Laso y Bordón, pero en ambas se interpuso el uno visitante.
Recién en
desventaja y tras las variantes fue otra actitud la actitud del azzurro,
especialmente por el atrevimiento de Rodríguez, quien hacía su presentación. Fue
allí cuando se topó con un Cano que casi
no tuvo trabajo en toda la tarde, pero que terminó siendo clave en la segunda
parte para desviar dos pelotas complicadas que tenían como destino la red.
Después de
la larga charla que mantuvo con sus dirigidos dentro del vestuario una vez
consumada la derrota, Rizzi afrontará una semana larga de trabajo (en la
próxima fecha Italiano queda libre) que le servirá para seguir corrigiendo
cosas y tratar de encontrar definitivamente el nivel que tanto él como todo los
hinchas desean.