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sábado, 8 de noviembre de 2008

Agredieron a dirigentes azzurros

El festejo por triunfo del conjunto de Oscar Blanco fue opacado por los graves incidentes producidos tras la finalización del partido, cuando el grueso de la hinchada de Deportivo Español agredió salvajemente a los dirigentes y familiares azzurros que se encontraban sin ningún tipo de custodia en uno de los laterales de la platea.
Cuando comenzaron a bajar las escaleras de la tribuna rumbo a la salida, los allegados de Sportivo Italiano fueron interceptados por entre cuatro o cinco parciales locales, quienes momentos más tarde se incrementaron en número ante la llegada del resto de la gente que estaban en la popular, que cruzó todo el estacionamiento sin que la policía se interpusiera en su camino.
Por supuesto que ante la inferioridad numérica, más el hecho de ser todas personas mayores entre las que se hallaba incluso una mujer, nada pudieron hacer los visitantes ante el ataque. Se utilizó para ello palos, piedras y otros tantos objetos contundentes que se encontraban al alcance de cualquiera en ese sector cercano a la inhabilitada tribuna visitante, donde extrañamente había gente realizando refacciones en el estadio mientras se jugaba el partido.
También llamó la atención que todas las rejas ubicadas debajo de plateas estuvieran abiertas sin ningún tipo de control, como también el puente peatonal que comunica el estacionamiento con la platea, por donde ingresó libremente uno de los grupos agresores.
La peor parte se la llevó Roberto Romano con cortes importantes en su cara, que se le produjeron al recibir el impacto de una escalera. También recibieron golpes y cortes en la cabeza los señores Luis Tomasone padre e hijo. Los mencionados dirigentes debieron ser atendidos dentro del vestuario por el médico azzurro Guillermo Puebla ante la ausencia de la ambulancia reglamentaria.
Pero la historia no quedó ahí porque los heridos fueron trasladados al Hospital Piñeiro, donde también se hicieron presentes los hinchas españoles para continuar con la agresión. La intervención del personal de seguridad evitó males mayores y por precaución se decidió el traslado de los pacientes hasta el Hospital Ramos Mejía, donde quedaron internados en observación.