La mañana comenzó fría, pero con la misma expectativa de siempre que se juega en casa y con el equipo queriendo ser protagonista desde el inicio, tal es así que antes del primer minuto Verón buscó el arco con un derechazo que salió por el palo derecho.
Sin embargo, con el transcurso del encuentro y la imposibilidad de quebrar al adversario empezaron a observarse algunas complicaciones en el azzurro en el momento de administrar el balón.
Las imprecisiones se fueron acrecentando, los nervios se fueron apoderando de los jugadores y los errores hacían agrandar a un Acassuso que estaba expectante, casi sin pasar sobresaltos y siempre bien parado para aprovechar algún regalo.
Britos no encontraba su lugar y el equipo lo sentía, los extremos del campo muy pocas veces eran explotados y como ya se ha hecho costumbre en este torneo el local dependía exclusivamente de algún desborde de Verón.
A los 27 y tras un corner, casi se pone en ventaja la visita cuando unos cabezazos defectuosos a la hora del despeje terminaron con Anconetani salvando su valla primero manoteando la pelota que se le metía por arriba y luego rechazando el rebote casi a quemaropa, aunque la jugada sería anulada por fuera de juego.
Pero a los 36 la defensa azzurra quedó desacomodada, el debutante Monachelli no pudo aguantar el embate de Sever, le cometió penal y vio la roja por último recurso. Mientras se sumaban las protestas de todo Italiano, el mismo enganche “quemero” se encargaba de poner el 1 a 0.
En desventaja tanto en el marcador como en cantidad de jugadores, los de Piersimone salieron a jugar el complemento intentando revertir la historia con su mejor arma: Verón, quien a los tres minutos desequilibró por derecha, pero la pelota terminó en corner y en otra jugada posterior hizo amonestar a Sever cuando no podía frenarlo.
La esperanza duró solo nueve minutos porque algunas distracciones permitieron que la visita se pusiera dos goles arriba. Vino un centro bajo desde la derecha, fallaron el taco delante del arco, pero apareció por la izquierda Sever para devolverla al área y que Alonso convirtiera anticipándose a Martínez y Anconetani.
A los 17 el entrenador azzurro se jugó sus cartas haciendo ingresar simultáneamente a Ronconi, Imperiale y Catagnino por Martínez (uno de los más cuestionados por la gente), Huerta y Rami, pero nada mejoría, sino todo lo contrario.
Imperiale cometió dos faltas en sus primeras intervenciones y se ganaba la primera amarilla, mientras que Britos derribaba a Mazzulli y recibía la segunda por lo que dejaba al equipo con nueve. Hasta que poco después de la media hora el volante mendocino también se iría a las duchas al ver una nueva amonestación.
Con tres hombres menos ya era un milagro evitar la derrota e incluso Acassuso, pese a ser expulsado Gómez, no desperdició una mala salida de Anconetani para anotar el tercero y cerrar la cuenta.
