El clima de este
encuentro fue tan frío como la tarde, tanto en el campo de juego, donde se
repartieron la pelota e imprecisiones en casi los noventa minutos, como también
en las tribunas, ya que el horario laboral y la floja campaña alejaron a los hinchas.
La primera etapa
transcurrió casi sin emociones cerca de los arcos porque en el Azzurro no
aparecieron los generadores de juego, mientras que la visita apostó a solo un
hombre neto de punta que no fue lo suficientemente asistido.
Todo el
juego se desarrollaba en los alrededores del círculo central, con el balón
pasando de uno a otro bando en pocos segundos y muy lejos de las áreas. Para
los de Garate tan solo se pudo contabilizar una jugada de Rojano cerca de los
veinte, cuando tras quitarla encaró hacia adelante y la perdió al querer
rematar con la marca encima.
Liniers
tampoco hizo mucho para ponerse en ventaja más que un débil disparo de Rizzo a
las manos de Drago y un despeje del arquero con los pies antes del descanso
cuando el nueve quedaba mano a mano entre los centrales.
El segundo
tiempo no tuvo una mejoría en lo futbolístico pero al menos estuvo algo más
entretenido porque los de Villegas encontraron en las subidas de Storni por la
Izquierda la mejor carta ofensiva mientras que el resto se preocupaba por
mantener el orden en todas las líneas.
También
aparecieron algunos encuentros interesantes en Italiano que dejaron a los
delanteros varias veces de cara al gol, pero en la mayoría de las veces resolvieron
mal, buscando el arco cuando podían tocar con un compañero y viceversa.
A los diez Acosta
abrazó casi en forma alevosa a Rojano dentro del área y el juez dejó seguir. Enseguida
el mismo delantero tuvo su chance tras buena jugada de Fede Díaz por izquierda,
pero la pelota fue interceptada cuando parecía ir camino al gol.
A los 23, una
jugada colectiva entre Gauna, Mariano Díaz y su homónimo atacante terminó con
un cabezazo de Rojano apenas por arriba del travesaño y el conjunto de Ciudad
Evita hacía méritos como para estar ganando. Sin embargo, la visita también dio
su toque de atención tras un nuevo desborde de Storni por izquierda y el posterior
cabezazo de Villalba que dio en el horizontal.
En el tramo
final el Azzurro arremetió incesantemente como dándose cuenta que para
olvidarse definitivamente del descenso solo le servía ganar. En los últimos
diez, Rojano, Heredia, Soplán, Federico y Mariano Díaz tuvieron en sus pies la
posibilidad de cortar doce fechas sin victorias, pero la suerte los sigue
esquivando.