El presente de Sportivo Italiano en la Primera C está muy lejos del deseado, ya que con derrota sufrida frente a Argentino de Merlo por 2 a 0 se ubica en la penúltima ubicación en la tabla de posiciones y tiene además el peor promedio cuando se llevan disputadas tan solo cinco fechas.
Los cambios de nombres y de planteo realizados por el entrenador azzurro volvieron a fallar una vez más, a tal punto que dentro de la cancha abundó la confusión e incluso se apreció alguna discusión entre los propios protagonistas.
La tarde de Merlo fue al principio pareja, con un partido jugado principalmente en la zona del medio donde fueron una constante los pelotazos de un campo hacia otro, sin que nadie pensara con la pelota contra el piso.
El cronómetro no había llegado a los dos minutos cuando Zalio, con la marca encima, sacó un disparo para hacer intervenir con corrección al arquero anfitrión. Sin embargo, el local fue por momentos quien trató de ser más punzante y quien más jugó en terreno adversario pese a no contar con claras situaciones de gol en la primera parte, ante un azzurro que mantuvo cierto orden atrás.
La jugada más clara de riesgo se produjo a los 21 cuando Velasco eludió rivales por la derecha junto a la raya del fondo, mandó la pelota al corazón del área y Barrientos se lo perdió debajo del arco al elevar su remate.
Por el lado de los de Ciudad Evita, solo se pudo contabilizar una aislada aproximación de Zalio que terminó en corner y un disparo desviado de Cobelli, quien al no ser lo suficientemente asistido terminaba retrasándose y jugando lejos del arco rival.
Tras el descanso, Mendoza debió abandonar la cancha por una lesión y el ingreso de Gauna volvió a provocar una rotación de piezas, ya que Rosa pasó a jugar de lateral derecho.
A los diez fue el momento del quiebre del partido, porque el moreno Velasco se encargó de abrir un trámite cerrado aprovechando las distracciones defensivas azzurras y al conjunto de Chazarreta se le facilitaron las cosas porque los volantes hicieron un buen trabajo y los cambios le dieron algo más de explosión.
Por su parte, Italiano comenzó a equivocarse cada vez más seguido y le costó hacer dos o tres pases seguidos, quizá porque algunos puestos cambiados volvieron a complicar la labor de los futbolistas más allá de la voluntad que aportaron para cumplir con lo solicitado por Reinoso.
A once del final llegó el golpe definitivo del que jamás la visita lograría levantarse, porque De Santis forzó el segundo gol entrando por derecha para asegurar la primera victoria de Merlo en el campeonato, luego de tres caídas consecutivas, y provocando la tercera caída de un azzurro que deberá recuperarse de cara al clásico con Español.