Con Carlos López como entrenador interino y el “Loco” Santorelli observando desde la platea (asumirá el próximo lunes en reemplazo del despedido Gerardo Reinoso), el azzurro lo jugó desde el comienzo como un verdadero clásico y con mucha entrega logró ser dominador de las acciones
La gran cantidad de variantes que tuvo en local con respecto al último partido lo afectaron solo en los primeros minutos mientras se acomodaban porque enseguida tomó la iniciativa y pasó a ser el único protagonista.
Los del bajo Flores no le encontraron la vuelta al partido, se mostraron bastante vulnerables atrás, en el medio no hacían pie y además careció de poder ofensivo. Solo Ingenthron aportaba alguna idea en la zona de los volantes, pero no encontraba socios y entonces adelante terminaba dependiendo de alguna aparición de Mariano Romero porque su homónimo Franco estaba casi ausente.
A los diez Italiano tuvo una inmejorable chance de abrir la cuenta tras un centro de Cobelli desde la derecha que Bogao cabeceó cómodo delante del arco a las manos de Cabral.
Sin embargo, a los 22 llegó la revancha porque Mariano Díaz inició una jugada por izquierda que terminó con Zalio mandando la pelota contra la red para decretar el 1 a 0 para el azzurro y correr a festejarlo junto a los hinchas.
La visita trató de cambiar el rumbo con los cambios luego del descanso, pero la historia le siguió siendo desfavorable y apenas logró inquietar a Drago con algunos centros o tiros aislados sin dirección.
Pasaban los minutos y la diferencia en el marcador seguía siendo de un gol simplemente porque el conjunto de Ciudad Evita careció de precisión en la definición ante un gallego que mostraba grandes falencias tanto a la hora de atacar como de defender.
Si bien Español se vio superado en varios lapsos del cotejo, jamás acudió al juego brusco más allá de que Arrua se fue expulsado cuando faltaba cerca de media hora.
Perelman y Ostapkiewicz cumplieron como laterales pese a no ser justamente eso, Soto y Mariano Díaz fueron imparables por los costados y gracias a ellos esta vez los de adelante tuvieron bastante participación en el juego, ya que Zalio aportó su habilidad y Cobelli su enorme categoría.
Soplán, Federico Díaz e Ibáñez entraron para darle aire al equipo y lo hicieron muy bien, a tal punto que estos dos últimos contaron con claras oportunidades de haber ampliado merecidamente el marcador.
Finalmente un gol le bastó a Italiano para darse una alegría a sí mismo y también a los hinchas después de muchos sinsabores por los que debió atravesar en este último tiempo.
