Se sabía que iba a ser un partido cerrado, parejo y difícil, pero no tan pobre como finalmente se vio porque ambos equipos vienen realizando una buena campaña, cada uno con su modo de juego, y prometían algo mejor. Armenio basado en su solidez defensiva se conformaba con poco mientras que Italiano no encontraba las ideas necesarias para acercarse al arco contrario.
El planteo dispuesto por Oscar Blanco no convencía en la previa a los hinchas locales partiendo del hecho de jugar con un solo delantero en su propia cancha. Pero no solo eso porque la ausencia de los suspendidos Ariel Martínez y Juan Heredia por el sector derecho provocaba cambios en la estructura general del equipo. Verdún como volante por derecha jamás encontró su ubicación exacta y Acosta en el lateral del mismo sector no tuvo la solidez ni proyección necesaria
Tan solo habían pasado nueve minutos cuando Agustín Pérez desbordó por la izquierda ante la marca, tiró un centro cerrado al área chica que la defensa y el arquero local fallaron en el rechazo y Faría, que entraba por atrás, la empujó al gol. Era la primera jugada clara y de las pocas que se sucederían después ante la mezquindad de Armenio para atacar y la poca astucia del azzurro para desequilibrar.
Poco pero muy poco o casi nada lograban inquietar a los arqueros. Tal es así que el único acercamiento de Italiano fue a través de un zurdazo de Saccone a los 26 minutos que Luca contuvo sin esfuerzo. Después, un par de jugadas dudosas dentro del área que la gente pidió penal (para nosotros fue) como la que a los 34 terminó con el experimentado ex delantero de Defensa y Justicia en el piso por falta de un defensor.
Cisterna era lo más claro de la visita pero no estaban decididos a atacar y los cambios que llegaron desde el banco demostraban que el entrenador se conformaba con el triunfo parcial. Frigione seguía a Britos y no le daba espacios para la creación, mientras que la defensa seguía inquebrantable como ha sucedido en lo que va del certamen.
Armenio se quedaría sin Frigione por doble amarilla ante la acumulación de faltas y eso alentaba a la posible levantada de Italiano. Peor para colmo de males, Sebastián Gómez se iría expulsado a poco de ingresar por un codazo (que no legó a pegarle según aseguró el propio jugador) sobre Agustín Pérez cuando disputaban el balón.
Ambos se rearmaron y protegieron un poco más, peleaban la mitad de la cancha y los arcos parecían estar cada vez más lejos. El juego se cortaba, los minutos transcurrían y no cambiaba la pobre imagen de la visita conformándose con la victoria y el azzurro impotente pese al esfuerzo y el empuje de Velázquez y Saccone, quienes se llevaban todos los aplausos.
Hasta que las ganas de Italiano pudieron más y a los 40 llegó el empate tras una jugada tumultuosa dentro del área en la que Velásquez terminó metiendo convirtiendo. Ya en tiempo adicional López se perdería el triunfo al cabecear desviado delante del arco por lo que terminaron levándose un punto a cada uno, algo que a ninguno dejó conforme.