La ilusión lógica que se creó al inicio de la temporada con la renovación casi total del plantel era algo lógica, pero igualmente no deja de sorprender el muy buen presente de Sportivo Italiano al menos en cuanto a resultados, más allá de alguna falencia futbolística que se le puede encontrar al equipo.
Tras la dura derrota ante All Boys, hasta ese momento puntero, el conjunto conducido técnicamente por Oscar Blanco asumió responsabilidades y al partido siguiente demostró que estaba vivo. Y no se quedó atrás, sino que fue por más y ante San Telmo volvió a demostrar que quiere todo, zafar definitivamente de la zona peligrosa del descenso y de paso, por qué no, jugarse unas fichas al campeonato.
Repitiendo el método de salir a buscar el arco contrario desde el inicio, el azzurro fue más con el manejo de Britos, las corridas de Saccone y un medio campo que esta vez, con sistema de doble cinco ante la inclusión de Velásquez por Risso, fue clave en el rendimiento del equipo.
A los 23 llegaría la apertura del marcador a través de López, en su segundo intento de cabeza tras una pelota parada desde la izquierda ejecutada por Britos. Habría algunas oportunidades para ampliar, pero una vez más volvió a mostrar lo tanto que le cuesta definir los partidos allí cerca del área adversaria.
Por eso pasada la media hora San Telmo tomó mayor posesión del balón y con algunas pinceladas de Lemmo más alguna corrida de Daolio volcó su juego al campo adversario. Sin embargo, no lograban inquietar a Anconetani y ante el quedo de la visita el encuentro cayó en un pozo. Por si fuera poco estar en desventaja, los de la Isla Maciel sufrirían la expulsión de Coria por un codazo sobre Martínez en una jugada intrascendente sobre un costado.
Viendo que el medio seguía siendo de Italiano, Lemme metió mano en el banco y le dio algo más de aire al equipo de mitad para adelante, pero no veía de cerca el arco más allá de un disparo de Lanaro a las manos del arquero. Además, de tanto ir, se descuidaba atrás dejando enormes espacios. Italiano entonces se preparó para explotar la contra y fue allí donde sacó a relucir la velocidad de Britos y Heredia, pero Saccone ya mostraba síntomas de cansancio y nadie lograba meter la pelota en la red para definir el partido.
Martinez vería la segunda amarilla y afuera, Dávila seguiría el mismo de irse antes a las duchas y el nerviosismo de los simpatizantes locales se hacía eco del equipo, mientras el azzurro se reordenaba para aguantar la mínima ventaja al no poder definir ninguna de las tantas situaciones con las que contaba.
Hasta que Heredia, ya jugando de lateral derecho, fue eludiendo rivales hacia delante y encarando al área se la dejó servida a Abalsamo para que la empujara. Gran desahogo se vio desde el banco donde “Cachín” lamentaba los goles errados, algo que de ser corregido será vital para seguir creciendo como equipo y ser verdadero protagonista.
Tras la dura derrota ante All Boys, hasta ese momento puntero, el conjunto conducido técnicamente por Oscar Blanco asumió responsabilidades y al partido siguiente demostró que estaba vivo. Y no se quedó atrás, sino que fue por más y ante San Telmo volvió a demostrar que quiere todo, zafar definitivamente de la zona peligrosa del descenso y de paso, por qué no, jugarse unas fichas al campeonato.
Repitiendo el método de salir a buscar el arco contrario desde el inicio, el azzurro fue más con el manejo de Britos, las corridas de Saccone y un medio campo que esta vez, con sistema de doble cinco ante la inclusión de Velásquez por Risso, fue clave en el rendimiento del equipo.
A los 23 llegaría la apertura del marcador a través de López, en su segundo intento de cabeza tras una pelota parada desde la izquierda ejecutada por Britos. Habría algunas oportunidades para ampliar, pero una vez más volvió a mostrar lo tanto que le cuesta definir los partidos allí cerca del área adversaria.
Por eso pasada la media hora San Telmo tomó mayor posesión del balón y con algunas pinceladas de Lemmo más alguna corrida de Daolio volcó su juego al campo adversario. Sin embargo, no lograban inquietar a Anconetani y ante el quedo de la visita el encuentro cayó en un pozo. Por si fuera poco estar en desventaja, los de la Isla Maciel sufrirían la expulsión de Coria por un codazo sobre Martínez en una jugada intrascendente sobre un costado.
Viendo que el medio seguía siendo de Italiano, Lemme metió mano en el banco y le dio algo más de aire al equipo de mitad para adelante, pero no veía de cerca el arco más allá de un disparo de Lanaro a las manos del arquero. Además, de tanto ir, se descuidaba atrás dejando enormes espacios. Italiano entonces se preparó para explotar la contra y fue allí donde sacó a relucir la velocidad de Britos y Heredia, pero Saccone ya mostraba síntomas de cansancio y nadie lograba meter la pelota en la red para definir el partido.
Martinez vería la segunda amarilla y afuera, Dávila seguiría el mismo de irse antes a las duchas y el nerviosismo de los simpatizantes locales se hacía eco del equipo, mientras el azzurro se reordenaba para aguantar la mínima ventaja al no poder definir ninguna de las tantas situaciones con las que contaba.
Hasta que Heredia, ya jugando de lateral derecho, fue eludiendo rivales hacia delante y encarando al área se la dejó servida a Abalsamo para que la empujara. Gran desahogo se vio desde el banco donde “Cachín” lamentaba los goles errados, algo que de ser corregido será vital para seguir creciendo como equipo y ser verdadero protagonista.